viernes, 20 de septiembre de 2019


Te llevo aquí anclado en mi alma, como un credo, una afirmación de vida, promesa de felicidad manifiesta en la resurreccion del espíritu. Contigo el mundo se renueva, reverdece y abre espacios a la búsqueda y a la inquietud, de tu mano la vida se torna  leve y a la vez profunda, en tus ojos atisbo la tristeza y la alegría, la necesidad imperiosa de luchar, de nadar contracorriente con la esperanza de cambiar el mismo mar y convertirlo en un océano en el que imperen la verdad y la justicia. Aykut aydoğdu,imagen, Gilma Betancourt, texto.

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