En el lugar de lo efímero te aguardo, ahí donde se ocultan los milagros, los atardeceres dorados, las noches enlunaradas, los árboles mecidos por el viento, el dulce canto de las aguas de los ríos, el frío templado que tienen las mañanas. Allí donde habita lo perecedero, lo inasible, lo sutil, lo misterioso y místico. Ahi te aguardo como un fantasma generoso y tierno, uno que habita en tu memoria, que se te asoma en la sonrisa cómplice, que con amor te besa los ojos y la boca. Ninfas de agua, Claude Monet, Gilma Betancourt, texto.
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