martes, 10 de septiembre de 2019


Construyo su corazón a través de las palabras, las historias fueron poblando su mente transformadas en relatos, en recuerdos, tomo las decisiones precisas de la manera adecuada, decidió vivir, a plenitud, sin términos medios, comprometida con el ser, con el amor, pero ante todo con la coherencia. Ahora desde el balcón de los años contemplaba el panorama, sin añoranzas ni lamentos, pues cada momento fue vivido a plenitud, tenia claros los puntos cardinales de su corazón, las fronteras con las que limitaba su alma: alegría, tenacidad, optimismo, generosidad, mesura, inquietud, anhelo, goce… y sabia mejor que nadie que no había limite alguno para su joven espíritu. Vincent Van Gogh, la lectora de novela. Gilma Betancourt, Texto.

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