Refugio de
mi alma, hogar de mi corazón, te ríes y el mundo se ilumina y resplandece.
Cuando te ausentas el tiempo se detiene y se prolonga en una sinfonía de
silencios, de los que vas emergiendo poco a poco, vuelto brisa, rayo de sol,
hoja que cae, nube, caricia. Surges de
este mundo cotidiano, te haces sombra y me invitas a seguirte a adentrarme en
tu frescor. Te extraño, y es absurdo porque estas tan dentro, tan cerca, que no
puedo mas que recorrerte, andarte, dibujarte en el recuerdo, recrearte en la
imaginación. Claude Monet, Mujer con sombrilla, detalle. Gilma Betancourt,
Texto.
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