Transitó la
desolación y el desconsuelo a sabiendas de que era responsable ¿Cuándo perdió el
sentido? ¿En que momento dio por sentado lo que existía a su alrededor? No lo sabía,
no era siquiera consciente. Siempre había sido así, siempre se había comportado
del mismo modo; así que ahora simplemente se sentía abrumado, sobrepasado por
las circunstancias. Las lagrimas brotaron de sus ojos, era tarde, eso estaba
claro, pero también lo estaba, que todo momento es bueno para comenzar a ser
distinto, para andar por otros rumbos, para empezar por fin a ser humano. María
Teresa Negreiros, Incendios, Gilma Betancourt, Texto.
Soy quien soy y quien parezco. Una y distinta. A veces atravieso los espejos¸ sigo al conejo, entro en la madriguera, le doy la mano a seres fabulosos y me detengo. Tomo el té con el tiempo, hablo y discuto con las cartas, rayo en la locura de lo imaginario, me libero de los reparos del buen juicio, me hago pequeña o me agiganto; pero así mismo de vez en cuando vuelvo, y en el volver me hallo cara a cara con esa otra que mide las palabras y calibra los gestos.
miércoles, 21 de agosto de 2019
martes, 20 de agosto de 2019
Hoy salgo a tu encuentro noche, me mimetizo con el pasto, con las plantas, me uno al canto de grillos y cigarras, me fundó en tu profundidad, te convocó, te llamo con los nombres de la hoguera, de la gruta milenaria en la que habitan los bizontes convocando a la vida y a la magia, hoy corro en pos tuyo, como un ser salvaje que brota de las entrañas de la tierra y por la tierra y su dolor clama. Pintura rupestre, Altamira, Gilma Betancourt, texto.
lunes, 19 de agosto de 2019
Vuélvete
caricia, hazte viento, cúbreme con el manto de la noche, apaga la voz, se susurró
que adormece los ojos e incita a soñar al
corazón, Pásame tu mano, quédate aquí cerca, deja que descanse mi cabeza en tu
hombro, detén tu paso vagabundo y regálame la luz de tu sonrisa, no temas no voy a
detenerte demasiado, tan solo me quedare en ti lo necesario, lo preciso para
hacer nacer el universo. Alphonse
Muncha, Le stagioni, Gilma Betancourt, Texto, ',
domingo, 18 de agosto de 2019
Y de repente llegas vos, emerges del fondo de la realidad,
de las ideas y las convicciones; venís con la mirada honesta, el decir franco,
el sentir profundo. Te veo y me sobrecojo, algo me dice que llegas para
quedarte, en mi tiempo y en mi esencia, pues no logro escapar de tu sonrisa; la
sigo como a un imán, como se sigue una estrella que, aunque lejana tiene la
fuerza necesaria para alumbrar el porvenir. Llegas vos y mi vida se pone de cabeza,
los sentidos se me embotan, los ojos se me sonríen y se me
besa la boca; llegas vos y el universo
entero se me nace y reverdece. Nadia María, (fotógrafa brasilera) Fotografía, Gilma
Betancourt, texto.
viernes, 16 de agosto de 2019
Ni te digo, ni me dices, nos decimos sin embargo a todas horas y a todas horas vamos encontrándonos sin hallarnos. Tu, la lámpara que enciende mi deseo, yo la luz que alumbra en tu interior. No, no nos es, ni nos será dada la plenitud del medio día, nos corresponde si, un ocaso cómplice, en el que los gatos se hacen pardos y mis labios se funden en tus labios como el sol en el océano para no separarse más. Vladimir Kush, paisaje surrealista, Gilma Betancourt, texto.
jueves, 15 de agosto de 2019
Ser preso de su mirada era menos fatalidad que privilegio, hermosamente complacida, dulcemente ensimismada, pocos, quizás ninguno, llegaría a conocer la razón de su sonrisa, el horizonte de su corazón. Ese amor que se tornaba plácido, manso y cotidiano, aunque de vez en cuando se rebelava cómo las olas durante la tormenta, con la furia propia del mar embravecido, con la fuerza incesante que caracteriza a la pasión. La miraban como quien ve a una obra de arte, les veía como quien contempla un hermoso paisaje, uno en el que el sol se halla próximo a proyectarse. Madrazo, La co desa de Vilches. Gilma Betancourt, texto.
lunes, 12 de agosto de 2019
Refugio de
mi alma, hogar de mi corazón, te ríes y el mundo se ilumina y resplandece.
Cuando te ausentas el tiempo se detiene y se prolonga en una sinfonía de
silencios, de los que vas emergiendo poco a poco, vuelto brisa, rayo de sol,
hoja que cae, nube, caricia. Surges de
este mundo cotidiano, te haces sombra y me invitas a seguirte a adentrarme en
tu frescor. Te extraño, y es absurdo porque estas tan dentro, tan cerca, que no
puedo mas que recorrerte, andarte, dibujarte en el recuerdo, recrearte en la
imaginación. Claude Monet, Mujer con sombrilla, detalle. Gilma Betancourt,
Texto.
domingo, 11 de agosto de 2019
Contenme
entre tus brazos amor, dame refugio; no dejes que la tormenta que arrecia fuera,
pueda lastimarme. Aquí entre tus brazos soy fuerte, puedo sobrellevar el peso
de la adversidad. A tu lado todo es leve, tu mirada hace retornar mi fe, a la
sombra de tu pecho las horas más difíciles se alivianan; dame tu mano amor,
toma la mía, déjame ser de nuevo frágil y buscar cobijo, ya pronto llegara el
momento de retornar a la batalla, entonces llevare conmigo la fuerza de tus
besos, el pregón de tus palabras y el infinito deseo de vencer. Théodore Géricault,
El beso, Gilma Betancourt, Texto.
viernes, 9 de agosto de 2019
Tan diferentes como iguales, complementarios, jugaban a encontrarse en intersecciones, veredas y encrucijadas. Se sabían caleidoscopicos, cambiaban con la vida sin perder su esencia, conectados por un lazo de amor, que si bien los sorprendió jamás dejó de complacerlos, se reconocían, se admiraban, se amaban del sol al aguacero. Gatos mojados por mil lluvias, que de vez en cuando, dejaban todo tirado para treparse a un árbol para entrelazados contemplar la luna y así perderse en un tiempo sin espacio. Franz Marc, gatos, Gilma Betancourt, texto.
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