miércoles, 23 de octubre de 2019


Llueve sin pausa y el frío se hace noche; recojo las orillas de mi alma y me cobijo con ellas. Hoy, el mundo ha pasado por mí, dejando sus trazos de injusticia y de miseria, llueve también el corazón y se llena de tristeza. No es fácil existir me digo, tomo la taza de café entre mis manos, cierro los ojos y sonrío, de pronto, abro la puerta a la esperanza, a este ser muchos  y estar despiertos, a los que amo, abro los ojos y te veo a ti y a mi: juntos,  podemos todo!. Enzio Anincini, Mujer en la ventana, Gilma Betancourt, texto.

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