sábado, 4 de enero de 2020


Me refugio en ti, tiempo pasado, voz de la infancia tan ligera, ésa que se fue  de prisa y se quedó  dentro. Me pongo las botas pantaneras, tomo una linterna, un paraguas, y salgo a buscarte por entre los pantanos de la remembranza. No llevo brújula, conozco demasiado bien el camino que lleva a ti, anhelo si encontrar en él los juguetes que hicieran mi alegría, los sabores tan queridos y las miradas de quienes aún sin estar, pueblan de alegría mi existencia. Sé que nado contracorriente, que anhelo el imposible milagro de volver a donde no se puede regresar,  y sin embargo, he de intentarlo, aunque se me vaya en ello toda la memoria y toda la capacidad de recordar. Gilma Betancourt texto,  Darío Mastrosimonne, Niños.

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