Todo y nada, tu amor me torna en polvo de estrella, sirena imaginaria, ninfa, duende, heroína libertaria. Soy y no soy al amarte, me encuentro y pierdo en el laberinto cuyo centro habitas, diluida y condensada, oscuramente cristalina, opaca, transparente, existo y me desvanesco, pues amarte a ti, es elegir ser absolutamente todo y no ser nada. Gilma Betancourt, texto, Gabriel Moreno, imagen.
Soy quien soy y quien parezco. Una y distinta. A veces atravieso los espejos¸ sigo al conejo, entro en la madriguera, le doy la mano a seres fabulosos y me detengo. Tomo el té con el tiempo, hablo y discuto con las cartas, rayo en la locura de lo imaginario, me libero de los reparos del buen juicio, me hago pequeña o me agiganto; pero así mismo de vez en cuando vuelvo, y en el volver me hallo cara a cara con esa otra que mide las palabras y calibra los gestos.
miércoles, 29 de enero de 2020
domingo, 26 de enero de 2020
Veían el tiempo venir con la ingenuidad de quien es aún muy joven, tanto, como para soñar con el futuro, sin abrigar miedo o temor alguno. La luz, jugando con la tarde se les antojaba hermosa y complaciente. Muchos años después regresarían a este preciso instante, en el que todo resultaba tan simple, claro, felizmente prometedor. Mirarían al tiempo con ojos cargados de nostalgia, gratitud y afecto, sabiéndose afortunadas por haber tenido ese breve instante de felicidad . Texto Gilma Betancourt texto, Peter Vilhelm. Pintura.
domingo, 19 de enero de 2020
En medio de la tarde, el calor denso, pesado, la atmósfera envolvente y el sonido de la máquina de coser, pequeña, negra, constante; la observo, sus pies en los pedales, su mano empuja la tela y gira la rueda, no hablamos, no me mira, pero sé que me ve, intuye y anticipa mis movimientos, me cuida, sabe qué hago y quien soy, no sé qué cose, no me interesa ni me importa; me dispongo a abrir la boca para decir algo, pero me interrumpe, ya va a terminar me dice, pronto jugaremos damas chinas. Gilma Betancourt texto, Ana Silivoncik
domingo, 12 de enero de 2020
Ese amor que llegó contigo, trajo de tu mano la ternura, estuvimos completos tras tu arribo y aprendimos a ser fuertes a tu paso y vulnerables. Sorpresa tras sorpresa, fuimos descubriendo tu esencia, esa por la que eres particular y propio, la que siempre nos sorprende. Ahora has crecido, te has echo un hombre, uno de los buenos, de los definitivos, te miro con regocijo y con ternura, pues por mucho que corra el tiempo, ante mis ojos sigues siendo un niño. Texto Gilma Betancourt, Joaquín Sorolla, el baño. Pará mí hermano Juan Ramón con todo mi amor
domingo, 5 de enero de 2020
Has besado mi alma con la misma sutileza con la que una mariposa se posa sobre los estambres y pistilos de una flor, y así me has colmado de sueños e ilusiones. Has acariciado mi espíritu llenándolo de ideas, de certezas y de dudas, ahora tras tu paso, la vida se ha tornado maravillosamente cierta e incierta, potente. Mi alma
está abierta a navegar en el mar de la incertidumbre, ese que es propio del asombro, de la maravilla, de lo extraordinariamente cotidiano. Transeúnte impenitente ella ha de seguirte, oh amor! en pos de las ideas luminosas y de cuánto bien y verdad en ellas habita. Texto Gilma Betancourt, Antonio Canova, Eros y physhe
está abierta a navegar en el mar de la incertidumbre, ese que es propio del asombro, de la maravilla, de lo extraordinariamente cotidiano. Transeúnte impenitente ella ha de seguirte, oh amor! en pos de las ideas luminosas y de cuánto bien y verdad en ellas habita. Texto Gilma Betancourt, Antonio Canova, Eros y physhe
sábado, 4 de enero de 2020
Me refugio en ti, tiempo pasado, voz de la infancia tan ligera, ésa que se fue de prisa y se quedó dentro. Me pongo las botas pantaneras, tomo una linterna, un paraguas, y salgo a buscarte por entre los pantanos de la remembranza. No llevo brújula, conozco demasiado bien el camino que lleva a ti, anhelo si encontrar en él los juguetes que hicieran mi alegría, los sabores tan queridos y las miradas de quienes aún sin estar, pueblan de alegría mi existencia. Sé que nado contracorriente, que anhelo el imposible milagro de volver a donde no se puede regresar, y sin embargo, he de intentarlo, aunque se me vaya en ello toda la memoria y toda la capacidad de recordar. Gilma Betancourt texto, Darío Mastrosimonne, Niños.
viernes, 3 de enero de 2020
Vos, siempre vos, absoluto, totalitario, omnipresente en mi vida, abro las puertas y ventanas desde las que te asomas y le doy paso a tu presencia que todo lo descubre e inaugura. A tu lado, tomo el café de las mañanas y entre bromas y arrumacos te cuento cada sueño, descubro cada fantasía, historias por las que apareces con tu sonrisa y gesto libertario , tus ojos sin reservas, tu paso franco. Luego vamos juntos por ahí resolviendo las tareas cotidianas, de vez en cuando rompes el hechizo, te materializas y de nuevo al escucharte, como un cántaro, un pozo, una fuente, simplemente, me lleno de vos. Texto Gilma Betancourt, Ramón Casas, imagen.
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