Si hubieras sido honesto te hubiera amado con esta pureza que es propia de
mis sentimientos, con la profundidad de los mares, con la infinitud del
universo. Si hubieras sido honesto habrías compartido mi mundo, mi realidad, mi
todo, mi ser entero, y yo, yo habría recorrido feliz el tuyo, te habría apoyado
por completo. Pero la honestidad te elude tanto como tú la repeles a ella, de ahí
este triste engaño, que para mí duro unos meses y a ti ha de abarcarte siempre,
porque careces de la integridad precisa y necesaria para ser transparente, para
entregarte por completo. Por eso tus ojos rehúyen la mirada, tus te amos, tus
te quiero son mera banalidad, fútiles exclamaciones yermas, propias de quien no
sabe y no sabrá jamás amar. Si hubieras sido honesto quizás no habríamos tenido
historia de dos, pero habríamos podido ser amigos, alegres compañeros de
existencia, de esos que comparten más que un amor una complicidad total y
verdadera, pero no eres, no eras, no podías ser, y hoy que miro tus mentiras,
que las contemplo de frente en su más absoluta dimensión agradezco a Dios y al
universo que te sacara de mi camino, que me librara de tu existencia, porque no
vales, porque no valías, porque no puedes llegar a valer la pena. Por eso hoy
celebro que no estés, que te hayas ido con tu pestilente presencia lejos de mí
ser, de mi mundo y de mi vida. Y sé que me recupero, que me recuperare más
pronto de lo que creía, pues en lo falso no arraiga ni puede arraigar la vida,
y yo que soy un ser vital por excelencia, no sé ni sabré vivir jamás en las
falacias, en los espejismos, en las quimeras fútiles, mucho menos en las
ilusiones propias de las trampas, de los engaños y mentiras.
AUTORA: GILMA ALICIA BETANCOURT
AUTORA: GILMA ALICIA BETANCOURT
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