Ni Palestina, Ni Israel, más bien Palestina e Israel, ambos,
los dos, víctimas y victimarios en medio de una guerra sin cuartel entre
organizaciones políticas y estatales que consideran que “el fin justifica los
medios”, y que tal y como todos sabemos abren la puerta a procesos que a la
final se decantan en genocidios, ataques y daños a la población civil. ¿Quién tiene
la culpa? ¿Qué posición debemos tomar? ¿Hacia dónde debemos orientar nuestros
amores y nuestros odios?, por mi parte todos y ninguno, los conflictos
políticos se agravan conforme pasa el tiempo, los niveles de tensión se
incrementan y la resolución parece alejarse inexorablemente, así que buscar culpables
no ayuda mucho, más bien agrava la situación porque la extrapola, en cuanto a
amores y odios creo que ambos pueblos – inocentes de lo que ocurre en casi su
totalidad – merecen nuestro amor y el odio, el odio no aporta nada, así que
creo debería estar excluido por principio y en principio de todas partes.
Finalmente en cuanto a la postura, ojala tomáramos la que menos se espera que
tomemos, la de la conciliación, la del dialogo y la aproximación, esa en la que
varios humanistas de primer orden han
venido trabajando, la de buscar los puntos de cercanía, en lugar de hacer énfasis
en las distancias, porque si mal no recuerdo una de las estrategias seguidas
por las grandes potencias desde antes de la des colonización de la zona fue
enfatizar en las diferencias, promover odios que no existían, porque mientras
las comunidades cristianas católicas u ortodoxas generaron conflictos desde la
edad media con las otras comunidades religiosas expulsando a los judíos de sus países
o persiguiéndolos, encerrándolos en guetos y demás, el islam genero con este
pueblo una relación armónica y pacifica que redundo en grandes beneficios para
la humanidad. Es más no se si lo saben pero en el mismo Irán, en este momento
la comunidad judía no solo es grande sino también muy respetada y tiene puesto
en el congreso de la nación. ¿Entonces porque es tal la diferencia con relación
a la región de la Palestina? Pues por muchas razones, pero las más importantes
no se concentran ni siquiera en el espacio israelí, tienen que ver con las dinámicas
de la economía del petróleo, el problema del agua y el mercado de las armas, de
ahí que las súper potencias seguirán jugando un doble juego dentro del cual sus
presidentes seguirán ganando premios nobel de paz, mientras dos pueblos
inocentes ponen los muertos, las víctimas y el dolor. ¿Mi propuesta? Promover
el conocimiento, la reconciliación, el amor y apoyar a personas que desde el
arte (música y cine, principalmente están mostrándole al mundo y a ambas
poblaciones que son más los nexos que las unen que los que las separan) por
ahora para todos la Paz, el amor, la solidaridad y el perdón, porque no hay
muertos que no duelan, ni que se puedan justificar lo suficientemente y con
justicia.
Soy quien soy y quien parezco. Una y distinta. A veces atravieso los espejos¸ sigo al conejo, entro en la madriguera, le doy la mano a seres fabulosos y me detengo. Tomo el té con el tiempo, hablo y discuto con las cartas, rayo en la locura de lo imaginario, me libero de los reparos del buen juicio, me hago pequeña o me agiganto; pero así mismo de vez en cuando vuelvo, y en el volver me hallo cara a cara con esa otra que mide las palabras y calibra los gestos.
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