viernes, 8 de noviembre de 2019

Me habitas, vas poblándome como puebla de flores la primavera los sitios más comunes y los más ignotos. Me llenas de ideas y colores, de lágrimas y de sonrisas, llegas auspicioso como el dulce amanecer, hablando de porvenir y por nacer, de vida nueva. Pero también eres otoño, frío nvierno  que desaloja el pasado en donde no existía; ocaso que incita a una ternura desprovista de tristezas, pero dulcemente llena de melancolía, y así, de este modo sutil y pródigo es como tú, amor mío, me pueblas.
Crhistian Schole, Gilma Betancourt, texto.

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