Lejos, podría decirse que estamos lejos, nos separa el espacio infranqueable, y sin embargo, desde aquí, puedo sentirte, amarte, mirarte. Te alcanza mi corazón y te cobija bajo la Sombra esperanzada de volver a hallarte entre mis brazos, y celebrarte, bendecirte, apapacharte jubilosa con los mimos y caricias que nacen de este mi corazón amante, ese que no entiende de tiempo, ni de distancias, ese que hace que aunque te encuentres lejos; en mi mente y en mi ser, yo pueda acogerte y abrazarte. Gilma Betancourt texto, pail Gustave Fischer, obra, esposa y musa del pintor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario