miércoles, 18 de diciembre de 2019

Loca, demente  total, osada y desbordadamente ausente de cuidado y de cordura, ni preveo, ni calculo el daño que se puede derivar de tu presencia en mi vida, simplemente te abro la puerta y te celebro. Has llegado y todo se ha hecho luz, destello cegador, fatal fulgor que como el rayo mata y libera. Busco mi juicio en los rincones, revuelo los estantes y observó inquieta en el cajón de mi mesa de noche, no está, se ha ido, tal vez aprovecho tu llegada para fugarse llevándose consigo el miedo y mis vacilaciones, es tarde ya, se hace noche, tomo entre mis manos la taza de café y brindo a tu salud, no temo al insomnio, al fin de cuentas tarde o temprano dormiré. En mis sueños estás tú y  he de ir a tu encuentro. Gilma Betancourt texto, Isabel Emrich. Pintura.

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