Soy quien soy y quien parezco. Una y distinta. A veces atravieso los espejos¸ sigo al conejo, entro en la madriguera, le doy la mano a seres fabulosos y me detengo. Tomo el té con el tiempo, hablo y discuto con las cartas, rayo en la locura de lo imaginario, me libero de los reparos del buen juicio, me hago pequeña o me agiganto; pero así mismo de vez en cuando vuelvo, y en el volver me hallo cara a cara con esa otra que mide las palabras y calibra los gestos.
domingo, 4 de febrero de 2018
Busqueda
Y hallándose así, solo desprevenido, vulnerable el deseo salió a buscarte, a encontrar la chispa que lo enciende, la llama que lo consume y alimenta, se fue vestido de caricia, pintado de beso, de anhelante vocación sabiendo que al hablarte solo habría de hacerse más pleno, más hondo, más total...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario