Amor, amor, amor

Amor esa palabra que nos habita y construye, que se labra en el cuerpo y en el alma, que nos hace debatirnos, revelarnos, construirnos, luchar contra gigantes y molinos, detener el paso, ajustar el cronograma, reprogramar la agenda. Amor ese equipaje que no queremos ni podemos dejar, esa guerra que no admite paz, pero que al contrario de las otras tiene como mayor victoria la serenidad que es propia de dos almas, de dos cuerpos que se funden en el más dulce y profundo de los encuentros.

ALICIA

Y ahora dijo Alicia me dedico a perseguir conejos, entro en la madriguera y en ella me pierdo, me abandono, Aveces por la intensidad me agrando, otras empequeñezco, cruzó queriendo y sin querer los espejos, arriesgo la cabeza, incluso el corazón, cuelgo la sonrisa de un viejo árbol y sintiéndome entre bruja y duende, me vuelvo cada día más mujer

Busqueda

Y hallándose así, solo desprevenido, vulnerable el deseo salió a buscarte, a encontrar la chispa que lo enciende, la llama que lo consume y alimenta, se fue vestido de caricia, pintado de beso, de anhelante vocación sabiendo que al hablarte solo habría de hacerse más pleno, más hondo, más total...