sábado, 16 de marzo de 2019

ESTROPEADA



La pequeña hada madrina se levantó del suelo, sacudió el polvo que afeaba su vestido y vio con pesar sus zapatillas llenas de barro. La varita antes relampagueante, ahora apenas si titilaba, a punto defenecer, tal cual la  esperanza en los ojos de su dueña. Se secó las lágrimas que corrían por sus mejillas y sintió ganas de borrarse y desaparecer. Recordó las sabias palabras de las hadas maestras “La propia compasión tiene límites, no es posible transformar la esencia de las gentes”. Verdad amarga que ella tantas veces había desatendido.
Ahora vuelta la vista de nuevo a la evidencia de su fracaso, recogió su famélica ilusión, se envolvió en un reconfortante manto de orgullo y volvió a ver de nuevo al pequeño sapo, antes de que éste desapareciera definitivamente, sumergiéndose de nuevo en su charca. ¡Sí! El retornaba a los suyos, sapos y  renacuajos. De la estampa del otrora príncipe, no quedaba nada.
Pensó en cual difícil debió resultarle a él cargar con tal dignidad. ¡Pobre!, era mejor así, dejarlo en libertad, permitir que se fuera. Recordó entonces sus últimas lágrimas humanas, aquella declaración de  rendición cuando le pidió lo liberara y lo dejara volver a su antigua condición de sapo. Pensó de nuevo en su pobre tarea como hada y se paró dispuesta al retiro y a colgar para siempre las transparentes alas. Pero entonces, en ese mismo instante, lo vio. Era otro bello y verde sapo, que croando salto en su dirección, procedente de la charca.

viernes, 15 de marzo de 2019

VAMPIRO

Era un vampiro, uno de los más crueles, de los peores que hubieran existido, pues lejos de beber sangre y condenar a sus víctimas a la total obscuridad, él les sorbía el alma, dejando a su paso simples cuerpos vacíos, incapaces de sentir, pensar, vivir,  Tras el quedaban seres que pasaban su tiempo vegetando, pegados de un teléfono celular , una pantalla de  computador; ajenos a si mismos, incapaces de ver el trasfondo de su existencia, verdaderos desperdicios irredimibles, perdidos para si mismos y para el mundo, pues no había forma de retornar lo sustraído, pues el alma ni renace, ni retoña.

jueves, 14 de marzo de 2019

ENCONTRÉMONOS

Encontrémonos en un lugar sin para siempre donde no existan más promesas que el aquí y el ahora, encontrémonos llevando el deseo como brújula y la pasión como  equipaje, traigamos el corazón dispuesto como único elemento indispensable.
Encontrémonos en la intensidad de las miradas, en el dulce abrazo de los cuerpos, en la fusión de los labios que se abren a los besos, en el torrente de nuestra sangre.
Encontrémonos sin dramas, ni reclamos, sin penas y sin culpas, sin jamas y sin nunca.
Y tras encontrarnos  vivamos, intensa, plenamente, llenos de emociones nuevas, de risas y alegrías, de te quieros libres de  trabas o cadenas.