Soy quien soy y quien parezco. Una y distinta. A veces atravieso los espejos¸ sigo al conejo, entro en la madriguera, le doy la mano a seres fabulosos y me detengo. Tomo el té con el tiempo, hablo y discuto con las cartas, rayo en la locura de lo imaginario, me libero de los reparos del buen juicio, me hago pequeña o me agiganto; pero así mismo de vez en cuando vuelvo, y en el volver me hallo cara a cara con esa otra que mide las palabras y calibra los gestos.
lunes, 30 de abril de 2018
LECTORA
Quería perderse entre sus brazos como quien se adentra en las páginas de un libro acariciando y besando cada letra, quería perderse con alevosía y ventaja, sin otro anhelo que el de sentirse viva, sabiendo que igualmente si le cabía en gana podía fugarse sin peligro para colarse subrepticiamente en otra historia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario