Te
voy a volver cuento, te haré palabras, palabras de esas que duelen, que cortan
el aliento, escaldan, matan. Y como cuento te iré tejiendo entre la trama, te
diré y volverás a ser lo que eras, a duras penas una fría y común rana de esas
que por las noches no hacen más que croar en las proximidades del estanque.
Soy quien soy y quien parezco. Una y distinta. A veces atravieso los espejos¸ sigo al conejo, entro en la madriguera, le doy la mano a seres fabulosos y me detengo. Tomo el té con el tiempo, hablo y discuto con las cartas, rayo en la locura de lo imaginario, me libero de los reparos del buen juicio, me hago pequeña o me agiganto; pero así mismo de vez en cuando vuelvo, y en el volver me hallo cara a cara con esa otra que mide las palabras y calibra los gestos.
¡Me encanta Gilmis!
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