Soy quien soy y quien parezco. Una y distinta. A veces atravieso los espejos¸ sigo al conejo, entro en la madriguera, le doy la mano a seres fabulosos y me detengo. Tomo el té con el tiempo, hablo y discuto con las cartas, rayo en la locura de lo imaginario, me libero de los reparos del buen juicio, me hago pequeña o me agiganto; pero así mismo de vez en cuando vuelvo, y en el volver me hallo cara a cara con esa otra que mide las palabras y calibra los gestos.
domingo, 13 de enero de 2013
Nunca se sabe cuándo es la última vez que se habla con alguien,
solo sé que de tantas últimas, quizás esta sea la primera que me deja con un viento fresco en el corazón.
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