domingo, 30 de septiembre de 2012

Erasen dos gatos que compartían una pulga, a decir verdad, la pulga era preciosa, nada común, y los gatos se complacían en tenerla, y aunque esto podría a simple vista parecer extraño, la verdad es que no lo es, pues la pulguita más que una carga o molestia resultaba encantadora. La pulga cantaba,recitaba, jugaba y daba besos como flores un jardín, de manera que los gatos antes que querer pillarla para deshacerse de ella, ronroneaban complacidos, frotándose los lomos para permitir de este modo a la pulga pasar con mayor seguridad del uno al otro. Lo que la gente en su gran mayoría ignoraba, era que esta pulga era producto de un misterio, ella simplemente había nacido del amor de los gatos, siendo entonces un ser mágico que con su presencia en ves de desunir unía y en lugar de separar juntaba; así que todo el mundo estaba feliz con ella, incluso algunos gatos de los alrededores que podían hacer largos trayectos solo para venir a verla y jugar con ella. La pulga por su parte no era muy consciente de los efectos que en todos generaba, seguía simplemente yendo por la vida tal cual era en una inocencia que a fuerza de ser a todos encantaba.